El célebre navegante y cartógrafo Américo Vespucio (Amerigo Vespucci), a quien debemos el nombre de América, nace en Florencia, Italia, el 9 de marzo de 1454 (otros dicen que el año 145l). Su padre, Anastasio Vespucci, y su madre, Isabel Mani, conformaban una familia acomodada cercana al círculo de los Medici, lo cual le permitió entrar en contacto con importantes humanistas de la Florencia renacentista.
En 1492, cuando se realizó el primer viaje de Colón, Vespucio se encontraba en Sevilla y colaboró con la expedición. Representaba los intereses comerciales de los Medici y se puso al servicio de Juanoto Berardi, florentino dedicado al comercio de oro y esclavos y proveedor de los aprestos de las naves en las travesías al Nuevo Mundo.
Entre 1499 y 1502 realizó varios viajes a América, que relató en cinco cartas dirigidas a distintos destinatarios. Determinar el número de viajes que realizó a este continente constituye una de las cuestiones más polémicas. La mayoría de sus biógrafos admiten que Vespucci se embarcó en Cádiz en 1499 en la flota de Alonso de Ojeda y Juan de la Cosa. Siguiendo la ruta del tercer viaje de Cristóbal Colón, recorrió la costa norte de Sudamérica y llegó hasta el cabo de la Vela (Venezuela) regresando en junio de 1500 a Cádiz.
Gracias al mérito de escribir a todos sus amigos y enviar esas cartas geográficas de sus viajes gozó de tanta fama en Europa que el geógrafo Martín Waldseemüller propuso en 1507 que se diera al Nuevo Mundo el nombre de América, en homenaje a Américo, que era, según él, el verdadero descubridor del Continente. Vespucci aceptó aquel despropósito, arrebatándole a Cristóbal Colón la gloria de llevar su nombre.
Para remediar en parte esta injusticia, Francisco de Miranda inventa la palabra Colombia, como un homenaje a Cristóbal Colón, para asignársela al territorio de América que fuese libertado. Simón Bolívar acoge esa iniciativa y bautiza con el nombre de Colombia la república que fundó en 1819 con los territorios de Venezuela, Nueva Granada y Ecuador.
En 1505, el florentino se naturalizó en Castilla y León pasando a llamarse Américo Vespucio y se casó con María Cerezo. Por estos años, la fama de Vespucio como marino y comerciante era tanta, que fue invitado a participar junto a cartógrafos y navegantes ilustres en la Junta de Burgos. Además, en 1508, recibió el título de piloto mayor de la Casa de Contratación creada en 1503 en Sevilla, cargo que compaginó con sus negocios indianos, invirtiendo su dinero en alguna de las flotas que partían al Nuevo Mundo. En abril de 1511 Vespucio redactó su testamento y murió el 22 de febrero del año siguiente, en Sevilla, España.