La Fosa de las Marianas,
situada en el océano Pacífico y considerada el lugar más profundo del
planeta, no es un inhóspito infierno acuático. Al contrario de lo que
pueda parecer, esta cicatriz de 2.550 km de longitud que alcanza los 11
km de profundidad -el monte Everest podría introducirse dentro- en el
Abismo Challenger, está repleta de vida.