Stavanger, la gran desconocida de los fiordos
Eclipsada en gran medida por Bergen, Stavanger
atesora sin embargo un casco viejo de casitas de madera que la vuelve
irresistible. A su ambiente y su vida nocturna se suma además la
naturaleza en mayúsculas de su región, presidida por el Lysefjord y la
verticalidad de los riscos del Preikestolen, uno de los platos fuertes
que nadie en su sano juicio se perdería por la Noruega de los fiordos.
La excursión a Kjerag es algo más dura, se necesitan de
cuatro a seis horas para subir hasta esta cima del fiordo de Lysefjord,
a diferencia de las dos que se emplean para acceder al púlpito de Preikestolen.
No he estado en este lugar y de hacerlo no sé si me atrevería a subir a
la roca esférica que se sostiene entre dos paredes de montaña, pero el
que se decide a ir consigue una de las fotos de viajes más molonas que
se puedan obtener. Por si ya habíamos quedado impresionados con los 600
metros de altura de Preikestolen, aquí nos encontramos a mil metros
sobre el nivel del mar.