A continuación definimos los conceptos que más podéis encontrar al
leer sobre el proceso eruptivo que está teniendo lugar en la isla de El
Hierro, localizada –al igual que el resto de las islas Canarias- en la
placa tectónica africana. Explicaremos su significado uno por uno y en
orden alfabético:
Cráter: orificio generalmente circular que se abre en la corteza terrestre por la presión del magma.
Erupción: episodios de actividad violenta de un volcán
Magma: es la roca fundida del interior del planeta, en constante movimiento
Dorsales oceánicas: elevaciones submarinas en la parte central de los océanos por donde se libera magma
Placas tectónicas: fragmentos de la litosfera que se
mueven y chocan a merced del movimiento de la actividad sísmica. Las
principales y más grandes son la Sudamericana, la Norteamericana y la
Africana.
Volcán extinto: el que se considera que no ya no tiene actividad.
Volcán activo: el que manifiesta actividad eruptiva.
Volcán durmiente: el que experimenta actividad de aguas termales y entra en actividad esporádicamente.
Volcán subacuático: el aquél cuyo cráter está por debajo del agua.
Fisuras: Prolongadas fracturas en los flancos de un
volcán donde hay emisión de gases, vapores y que muchas veces son el
punto de inicio de una erupción.
Fase eruptiva: Una fase eruptiva puede durar unas
cuantas horas o días y se compone de varios pulsos eruptivos que pueden
alternar entre explosiones o flujos de material.
Fumarola: emanación de gases y vapor de agua,
generalmente a altas temperaturas, que sale de fracturas o grietas de la
superficie de un volcán o de una zona con actividad volcánica.
Tremor volcánico: señal sísmica continua y rítmica
que generalmente precede o acompaña a las erupciones volcánicas. Está
asociado al movimiento de magma o de otros fluidos magmáticos al
interior del conducto volcánico. Su duración puede oscilar entre los
varios minutos y horas.
Mapa de riesgo sísmico: mapa que incluyen los probables efectos causados por un sismo esperado.
Mapa de peligros volcánicos: mapa empleado para representar las áreas afectadas por los diferentes fenómenos volcánicos.
Microsismo: seísmo de pequeña magnitud que
generalmente es percibido solo por sensores sísmicos. Puede estar
asociado al movimiento del viento, olas del mar y actividad humana.
Piroclastos: fragmentos de roca volcánica fracturada
emitidos durante una erupción explosiva. Incluye piedra pómez, ceniza y
otros fragmentos de roca.
Áreas volcánicas: En España hay varias áreas
volcánicas, como son las Canarias, la comarca de La Garroxta (Girona),
Cabo de Gata (Almería), Cofrentes (Valencia), las Islas Columbretes
(Castellón) y Campos de Calatrava (Ciudad Real). Entre ellas, solo en La
Garrotxa y en Canarias ha habido erupciones durante los últimos 10.000
años.
Volcán: es el resultado visible en la superficie
terrestre de un largo proceso geológico, por el cual aflora material
rocoso fundido (magma) y gases del interior de la Tierra de una manera
más o menos violenta.
Colada de lava: si el magma es emitido a la
superficie como un líquido, la erupción se denomina efusiva y su
principal peligro volcánico asociado son las coladas de lava. El camino
que seguirá una colada de lava y su velocidad dependen sobre todo de la
topografía, de las propiedades físicas de la lava (especialmente de la
viscosidad) y del ritmo de emisión.
Caída de cenizas: Durante una erupción explosiva se
emiten a la atmósfera una mezcla de gases y piroclastos de muy diversos
tamaños. Los fragmentos más grandes siguen trayectorias balísticas desde
el centro de emisión, denominándose bombas volcánicas. El resto de las
partículas son arrastradas hacia arriba por los gases volcánicos
generando una pluma volcánica.
Lahares: Estos flujos de lodos son avalanchas de
material volcánico no consolidado, especialmente cenizas, movilizadas
por agua. Su comportamiento es similar a las riadas, canalizándose por
los barrancos e incorporando rocas, troncos, etcétera, lo que aumenta su
poder destructivo.
Foco sísmico: el lugar donde se origina la ruptura que genera el terremoto. También se le llama hipocentro.
Flujo de Cenizas: Mezcla de gases y de fragmentos de
rocas, de los cuales la mayoría tienen tamaño de cenizas, que salen de
la boca de erupción en forma de un flujo turbulento de altas
temperaturas que se mueve rápidamente independientemente de la
topografía.
Dique: Intrusiones de material volcánico, en estado
liquido, que se solidifica en un proceso lento. El material en su asenso
aprovecha fracturas existentes, cortando varias capas de materiales mas
antiguos del propio volcán y a veces dichas intrusiones pueden dar
lugar a erupciones.
lunes, 30 de noviembre de 2015
jueves, 26 de noviembre de 2015
LA MAYOR PROFUNDIDAD DEL PLANETA. (ASHT I 2) FOSA DE LAS MARIANAS ZONAS DE SUBDUCCIÓN
La fosa de las Marianas es la más profunda fosa oceánica conocida y el lugar más profundo de la corteza terrestre. Tiene su origen en un proceso de subducción. Se localiza en el fondo del Pacífico noroccidental, al sureste de las islas Marianas, cerca de Guam.
El conocimiento de la existencia de la fosa de las Marianas data de antes de 1870, cuando un navío intentó medir la profundidad mediante el sondeo con lastre atado a una cuerda, en esa oportunidad se sondeó una profundidad de 8 km. La fosa fue visitada en 1872 por la fragata de la Marina Real Británica Challenger, que da el nombre a la parte más profunda de la fosa, el abismo Challenger. En 1951 y usando ecolocalización, se midió una profundidad de 11.012 m en 11°19′N 142°15′E. En 1957, la nave soviética Vityaz informó de una profundidad de 10.934 m. En 1962, el M.V. Spencer F. Baird registró una profundidad de 11.022 m.
El batiscafo Trieste antes de la inmersión, 23 de enero de 1960.
Los orígenes de tan profunda depresión en el Pacífico supusieron una gran cantidad de teorías, esto despertó el interés científico de saber exactamente cómo se había formado.
No fue sino hasta el 23 de enero de 1960 cuando una nave tripulada descendió por primera vez usando un batiscafo llamado Trieste, invención de Auguste Piccard, capitaneado por Jacques Piccard, hijo del primero y acompañado por Don Walsh, oficial de la Armada Estadounidense. La inmersión se proyectó para obtener datos del origen de este abismo. El lugar del descenso fue el extremo suroccidental de la fosa, a unos 338 km de Guam. Los sistemas de a bordo indicaban una profundidad de 11.521 m, que después fue revisada y resultó ser de 11.034 metros. No hay ningún otro descenso tripulado desde entonces hasta que el 25 de marzo de 2012 James Cameron se convirtió en la primera persona que descendió en solitario hasta el fondo de la fosa.1
La fosa tiene una longitud de 2.550 km y una anchura media de 70 kilómetros. La presión en el fondo de la fosa es de 108.600 kPa (unas 1072 atm). Paralela a la fosa corre un cinturón de islas que da origen al archipiélago de islas Marianas, muchas de esas islas son de origen volcánico. Su punto más profundo es llamado abismo Challenger con 11.034 m de profundidad y una presión de 110.000 kPa.2
En la fosa se encontró un calamar gigante del género Architeuthis, una especie desconocida de lenguado y varias especies desconocidas hasta entonces. A 11 km de profundidad se encontraron otros tipos de biodiversidad como minúsculos seres vivos unicelulares y una forma de plancton por ahora desconocida, según se publicó en la revista Science. La fosa de las Marianas es uno de los lugares más enigmáticos de la Tierra.
El Discovery Channel emitió un programa el 2009 en que se sugiere que la gran fosa es una amplia zona de subducción de la corteza terrestre que se sumerge bajo el manto tectónico, donde la placa del Pacífico es subducida bajo la pequeña placa de las Marianas. Lo que explica la existencia del archipiélago y su constante actividad volcánica. La poca actividad telúrica se explicó por la existencia de una franja de roca suave disgregada a modo de lubricante que evita el roce brusco entre la placa superior y la que se hunde.3
La subducción es un proceso en el que una parte del lecho marino (en este caso la placa Pacífica) se hunde bajo otra (aquí, la placa Filipina). Aunque las fuerzas tectónicas terminan por deformar la placa Pacífica provocando una inmersión casi vertical en el interior de la Tierra, en el fondo del mar la placa se sumerge en un ángulo relativamente leve.
La fosa de las Marianas es la más profunda fosa oceánica conocida y el lugar más profundo de la corteza terrestre. Tiene su origen en un proceso de subducción. Se localiza en el fondo del océano Pacífico noroccidental, al sureste de las islas Marianas, cerca de Guam.
El conocimiento de la existencia de la fosa de las Marianas data de antes de 1870, cuando un navío intentó medir la profundidad mediante el sondeo con lastre atado a una cuerda, en esa oportunidad se sondeó una profundidad de 8 km. La fosa fue visitada en 1872 por la fragata de la Marina Real Británica Challenger, que da el nombre a la parte más profunda de la fosa, el abismo Challenger. En 1951 y usando ecolocalización, se midió una profundidad de 11 012 m en 11°19′N 142°15′E. En 1957, la nave soviética Vityaz informó de una profundidad de 10 934 m. En 1962, el buque M.V. Spencer F. Baird registró una profundidad de 10 915 m.
sábado, 21 de noviembre de 2015
viernes, 20 de noviembre de 2015
miércoles, 4 de noviembre de 2015
Una erupción con una fuerza atómica
Durante casi 140 años inactivo, el volcán Santa Helena había
proporcionado una plácida sombra a los numerosos árboles y plantas que
se desarrollaban en los bosques de su alrededor. Pero todo esto empezó a
cambiar cuando en marzo de 1940 se registraron unos pequeños terremotos
que fueron aumentando en intensidad y frecuencia, llegando a los 50
diarios en mayo.
La montaña se resquebrajaba, había avalanchas de hielo y nieve y la cumbre se elevó más de 150 metros. Algo sucedía en el interior del volcán. Alarmadas, las autoridades norteamericanas declararon el estado de emergencia.
Todo se desencadenó a las 8:32 de la mañana del 18 de mayo. Un terremoto de grado 5 en la escala de Richter derrumbó parte de la montaña e hizo que el agua del Spirit Lake formara grandes olas que causaron una nueva avalancha, eliminando las piedras que protegían el magma de la zona norte.
Al descubierto, debido al aumento de la presión, la lava estalló con la fuerza de 500 bombas atómicas de 350 megatones. Las rocas y las cenizas superaron los 600 grados Fahrenheit y, a una velocidad de hasta 1.080 km/h, devastaron casi 600 km2 de bosque. La explosión fue, por su magnitud, la cuarta más grande del siglo XX.
En menos de 10 minutos la columna de ceniza se elevó a 19 kilómetros sobre la altura del volcán y llegó a extenderse a 10 estados vecinos. Miles de vuelos comerciales tuvieron que ser cancelados y varias cosechas quedaron arruinadas.
La erupción había sido la más mortífera y destructiva de la historia de los Estados Unidos. Fallecieron 57 personas y la vida animal y vegetal de los bosques circundantes quedó devastada (murieron 5000 ciervos y cerca de 12 millones de salmones). Hasta el propio monte fue “herido” por la explosión y perdió 400 metros de altura, formándose un gigantesco cráter en su interior.
El presidente Jimmy Carter describió el estado en que quedó la zona como más desolador que un paisaje lunar.
La montaña se resquebrajaba, había avalanchas de hielo y nieve y la cumbre se elevó más de 150 metros. Algo sucedía en el interior del volcán. Alarmadas, las autoridades norteamericanas declararon el estado de emergencia.
Todo se desencadenó a las 8:32 de la mañana del 18 de mayo. Un terremoto de grado 5 en la escala de Richter derrumbó parte de la montaña e hizo que el agua del Spirit Lake formara grandes olas que causaron una nueva avalancha, eliminando las piedras que protegían el magma de la zona norte.
Al descubierto, debido al aumento de la presión, la lava estalló con la fuerza de 500 bombas atómicas de 350 megatones. Las rocas y las cenizas superaron los 600 grados Fahrenheit y, a una velocidad de hasta 1.080 km/h, devastaron casi 600 km2 de bosque. La explosión fue, por su magnitud, la cuarta más grande del siglo XX.
En menos de 10 minutos la columna de ceniza se elevó a 19 kilómetros sobre la altura del volcán y llegó a extenderse a 10 estados vecinos. Miles de vuelos comerciales tuvieron que ser cancelados y varias cosechas quedaron arruinadas.
La erupción había sido la más mortífera y destructiva de la historia de los Estados Unidos. Fallecieron 57 personas y la vida animal y vegetal de los bosques circundantes quedó devastada (murieron 5000 ciervos y cerca de 12 millones de salmones). Hasta el propio monte fue “herido” por la explosión y perdió 400 metros de altura, formándose un gigantesco cráter en su interior.
El presidente Jimmy Carter describió el estado en que quedó la zona como más desolador que un paisaje lunar.
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